El comportamiento de
los niños es algo innato, es propio de la personalidad de cada niño. Este se ve
influenciado por el ambiente, tanto familiar, social y escolar, que rodea al
niño durante su desarrollo.
Los problemas de conducta
aparecen cuando surge un desequilibrio o descontrol en algún elemento de
cualquiera de los entornos que rodean al niño y que repercuten negativamente en
su comportamiento. Diversas son las situaciones que pueden influenciar en el
comportamiento del niño, por ejemplo, situaciones como padres divorciados, alcohólicos, drogadictos o desempleados, un nuevo hermanito
o hermanita, la muerte de algún familiar, discusiones entre padres, maltrato de
género…
Por otro
lado, hay que tener en cuenta que muchas de las conductas infantiles se generan
con la finalidad de llamar nuestra
atención. Estas conductas, creo que deberían de pasar algo
desapercibidas por parte de la maestra sin darle mayor importancia para que así
el niño o la niña no vulva a repetirlas porque sabe que así tendrá la atención
de su profesora.
1. Imagina que dos alumnas pegan a un compañero y le
rompen su juguete ¿Cómo actuarias?
Creo que ante una
situación de este tipo deberíamos de tratar que los alumnos puedan aprender del
conflicto, convirtiendo este en una situación de aprendizaje, en la cual los
niños puedan aprender a resolver conflictos pacíficamente, y puedan aprender
habilidades sociales muy importantes como el respeto, la empatía, la escucha,
la negociación o la toma de decisiones. De esta forma, podremos aprovechar los
conflictos que surjan, y que es lo más normal en estas edades, para enseñarles
a enfrentarse a las situaciones que se encontraran a lo largo de su vida.
Ante esta situación
en concreto, lo que yo haría, en primer lugar seria apartar del grupo a los
tres implicados y tratar de que me expliquen uno a uno lo sucedido, ya que así
podre tener una visión más amplia de lo sucedido. A continuación, tras escuchar
todas las versiones, en primer lugar hablaría con las dos niñas por separado, e
intentaría hacerles ver, a través de una comunicación positiva y mediante la
técnica del sándwich (es decir alabamos algún aspecto físico de la alumna o el
alumno, después le explicamos que lo sucedido no está bien o no es lo correcto
y después volvemos a alabar al alumno), que lo que han hecho no es lo correcto.
Por lo tanto yo les diría a las dos alumnas que tenemos que hablar porque
hablando es como se solucionan las cosas, que con lo guapa que esta hoy y lo
bien que se porta siempre, no me gusta que se comporte así, porque a ella no le
gustaría que le rompieran un juguete y mucho menos que le pegaran, ¿Cómo se
sentiría si fuera así? Mal, muy mal porque a nadie nos gusta que nos traten asi,
pues su compañero también se siente así, y no queremos que nuestros compañeros
se sientan mal por algo que hacemos nosotros. Además si quería el juguete podía
habérselo dicho bien a su compañero para jugar todos juntos, sin necesidad de
pegarle. Por eso hoy no podrá hacer el dibujo libre que teníamos planeado para
después del patio, pero que estoy convencida de que la próxima vez no volverá a
suceder porque sabe que hablando puede pedir por favor a su compañero jugar con
ese juguete, y que con lo buena chica que es, con lo bien que se porta siempre
y con ese precioso lazo que lleva hoy puesto,
lo conseguirá seguro y mañana hará un dibujo libre precioso.
Lo que intentamos
conseguir a través de esta forma positiva de tratar los conflictos es sobre
todo que aprendan a gestionarlos, evitando los aspectos negativos como gritos,
castigos o malas palabras que al fin y al cabo no solucionan nada y conseguir
que a través del condicionamiento
operante quitando un momento especial como es el dibujo libre de hoy por su
comportamiento pero dándole la oportunidad mañana de que con su buen comportamiento
podrá participar en este momento.
Por otro lado, creo
que es conveniente que cuando pasan estas situaciones se pueda tratar en grupo
en la asamblea para que todos puedan aprender de este conflicto aunque ellos no
hayan tenido nada que ver. De forma que sin decir los nombres de los
implicados, se explique la situación vivida y que se puede solucionar
explicándoles que cuando alguien quiere el juguete que tenemos no tenemos que
callarnos, pero tampoco pegar, tenemos que decirles lo que pensamos de buena
forma, por ejemplo lo siento chicas ahora estoy jugando yo luego os lo dejo, o
si queréis el juguete tenemos que jugar todos juntos. Y que la otra parte tiene
que entender lo que su compañero está diciendo y sin pegar, respetar a su
compañero coger otro juguete porque no pasa nada mas tarde jugaremos con el que
queríamos. Por otro lado explicar que la reacción de las compañeras no ha sido
la correcta porque ¿cómo nos sentiríamos nosotros si alguien nos hiciera eso?
Convirtiendo este momento en un debate para que los alumnos puedan explicar
cómo se sentirían o que harían en ese caso. Y así poder conseguir que nuestros
alumnos puedan resolver los conflictos que surjan con dialogo, respeto, y
empatía.
Reflexión personal:
Creo que en estas
situaciones es importante que el profesor o profesora escuche a los niños y las explicaciones
porque en algunas ocasiones esto nos ayudará a entender su comportamiento.
También creo conveniente que durante el día a día la maestra se preocupe por
sus alumnos teniendo momentos de intimidad, para darle al niño la seguridad y
la confianza para contarle lo que le preocupe y así nosotros poder anticiparnos
a las malas conductas que puedan tener los niños provocados por situaciones
familiares.
Así, cuando el
docente detecte alguna de estas conductas realice una evaluación de los niños a
través de la observación de sus comportamientos, y buscar su origen, para poder
buscar soluciones que puedan ser proporcionadas en el aula. Ya que si no
atendemos esta problemática a tiempo, se ira acentuando en el desarrollo del
niño. Creo que es conveniente tratar los conflictos a nivel grupal,
sin proporcional nombres que puedan avergonzar a los alumnos y en el mismo
momento en el que ocurra ya que en estas edades se les olvida todo muy pronto y
es mejor tratar los conflictos en el momento para que tengan mayor efecto y
para que todos puedan aprender de los conflictos para conseguir estrategias y
habilidades sociales en la resolución pacífica de conflictos que le ayudaran en
el día a día de sus vidas.
Finalmente, seria conventiente tratar de realizar actividades con nuestros niños que les enseñen estrategias para controlar sus impulsos, y puedan gestionar sus emociones con autonomía, algo que considero fundamental para la edad adulta y por ello es necesario empezar desde las primeras etapas. En este cortometraje, podemos ver como unos niños explican a su manera lo que sienten cuando se sienten descontrolados, y como intentan calmar sus impulsos.
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